"Hay que combatir no solo el crimen organizado sino también el Estado paralelo que hoy existe en Río de Janeiro", dijo en rueda de prensa el ministro de Defensa, Raul Jungmann, al explicar el despliegue militar.
La Secretaría de Seguridad del estado de Río de Janeiro informó que varios supuestos traficantes buscados huyeron por la parte norte de la favela hacia la selva circundante, intentando huir a través de puntos turísticos como el mirador de la Vista Chinesa, por lo que se desaconsejó el paso por esa zona.
Lea más: Brasil supera los 28.000 homicidios en el primer semestre del año
Por la mañana se registraron tiroteos en la pasarela Niemeyer, un puente sobre una autovía que une la exclusiva playa de São Conrado con la favela, lo que obligó a cortar la carretera que une la zona sur y oeste de la ciudad y es una de las más transitadas de Río.
El corte provocó grandes retenciones de tráfico y obligó a desviar 52 líneas de autobuses, y alrededor de 2.500 alumnos de la red pública de educación no pudieron ir a clase este viernes debido a los tiroteos y a la operación de seguridad.
Lea también: Narcotraficantes brasileños presos ordenan ataques a autobuses en estado de Acre
Los servicios de sanidad permanecerán cerrados durante el fin de semana y los vecinos que se quedaron sin luz debido a los tiroteos (muchas balas impactan contra los generadores de luz) solo recuperarán el suministro cuando se restablezcan las condiciones mínimas de seguridad, avisó la compañía eléctrica Light.
La situación empeoró en los últimos cinco días debido a disputas entre facciones rivales de narcotraficantes por el control del tráfico de drogas en la zona, uno de los más lucrativos de la ciudad.
La escala de tensión empezó a 3.400 kilómetros de distancia de Río de Janeiro, en el estado norteño de Rondônia, donde está preso el traficante Antônio Francisco Bonfim Lopes, conocido como "Nem".
Según las primeras investigaciones, Nem no estaría satisfecho con quien lo sustituyó en el liderazgo del narcotráfico en Rocinha, alias "Rogerio 157", así que ordenó desde la cárcel a sus hombres que atacaran la favela para recuperar el control del territorio.