"Una guerra 'preventiva' contra Pyongyang convertiría una situación tensa en un fracaso catastrófico de EEUU. Una solución militar 'buena', según la relación coste-eficacia, no existe", advierte el exmilitar al inicio de su nota.
En el primer ejemplo, el autor recuerda su participación en la guerra de Irak en 1991. A pesar de que los tanques iraquíes estaban completamente expuestos a los ataques aéreos de EEUU en el desierto, la mayoría de los blindados solían soportar los bombardeos de la aviación y ofrecer resistencia a las tropas terrestres estadounidenses.
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El segundo ejemplo tiene que ver con el uso de las montañas como defensa contra las armas pesadas. En 2011, la base militar de EEUU en la provincia de Kunar, donde servía Davis, se vio atacada por los talibanes arraigados en las montañas cercanas. A pesar del uso de artillería y ametralladoras de gran calibre, los soldados de EEUU no lograron repeler el ataque hasta que apareció un avión de combate.
"Si los tanques son capaces de resistir a los ataques aéreos en pleno desierto, y si los hombres con túnicas escondidos en las montañas son capaces de soportar el fuego de armas pesadas, pues, la montañosa Corea del Norte con sus piezas de artillería, lanzaderas móviles y silos de misiles escondidos será capaz de desafiar hasta el más feroz ataque", asevera el autor.
El líder norcoreano tendrá un par de opciones ante la invasión de EEUU, teoriza el analista.
La más probable es lanzar un ataque de artillería de corta duración contra Seúl para luego frenarlo y amenazar con continuar el bombardeo si EEUU no retira sus fuerzas.
"En el peor de los casos usaría un arma nuclear contra los surcoreanos y japoneses y amenazaría con seguir detonándolas hasta que EEUU no se retirara", opina el exmilitar.
Así, el presidente Donald Trump se verá ante "una decisión inimaginable": seguir con la invasión y dejar morir a millones, o ceder a las demandas de Kim Jong-Un.
"En ambos casos, los intereses de EEUU se verían gravemente afectados", profundiza el autor.
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"La guerra preventiva contra Corea del Norte es inviable, salvo si alguien está dispuesto a aceptar centenares de miles o hasta millones de víctimas", dice Davis.
En este sentido, la Administración Trump debería apostar por una clara garantía de una respuesta militar total en caso de un ataque norcoreano contra los militares estadounidenses o los aliados de EEUU, y combinar esta "creíble amenaza" con la presión económica y diplomática para conseguir la desnuclearización de Pyongyang.
Pero en todo caso, reitera, "un ataque preventivo sería un fracaso catastrófico".
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