Un denominador común de las tragedias es el drama del futuro inmediato. La ansiedad, el sufrimiento, la miseria de las horas y días posteriores suelen generar traumas en la población. En México, tras el terremoto del 19 de septiembre, están atravesando ese duro momento.
El 19 de septiembre el estado de Puebla, México, fue el epicentro de un terremoto de 7.1 en la escala Richter, a unos 200 kilómetros de la capital del país, donde se registraron la mayor cantidad de muertes, desaparecidos y derrumbes.
Lea más: Un potente terremoto sacude Ciudad de México (vídeos)
"En este momento, si bien oficialmente se producen reportes del número de bajas, ha sido frecuente que la propia autoridad federal y las estatales vayan revisando las cifras, a veces incluso a la baja el número de muertos, cosa que es muy rara", señaló Rock, en referencia a las cifras de fallecidos que se manejaron en distintos momentos tras el terremoto.
¿Pero por qué ocurre este fenómeno? ¿Cómo pueden bajar la cantidad de muertos de un día al otro? "Todos los medios nos preguntamos por qué desde las primeras horas el número de muertos crecía y luego Luis Felipe Puente, coordinador nacional de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación, comenzó a bajar las cifras publicadas", indicó el presidente de la Comisión.
Lea más: 7.1: el temblor en primera persona (vídeo)
Destacó además que se trata de un hombre que ha sido "muy ubicuo" en los medios y resaltó que desde su perspectiva lo que intenta es "contener el número de muertos". "A veces la propia autoridad federal da a conocer una cifra y él la disminuye. Es posible que tenga acceso a mejores bases de datos o a reportes más precisos. No tengo ninguna evidencia de que el Gobierno esté tratando de maquillar esas cifras pero creo que, al no disponer de número de desaparecidos, podemos estimar que la cantidad final de muertos será mucha más alta", concluyó.