Para el año 2100 se habrán añadido 310 gigatoneladas de carbono a los océanos y, cuando el CO2 se disuelva en el océano, la vida en la Tierra correrá un serio peligro.
En la historia de la vida en la Tierra, ha habido cinco eventos de extinción en masa, con el ejemplo más extremo de la extinción del Pérmico, que eliminó cerca del 95% de toda la vida marina.
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Cada uno de los cinco principales eventos de extinción puede ser rastreado hasta su punto de origen: el carbono. Mientras los aparatos respiratorios inhalan oxígeno y exhalan dióxido de carbono, y las plantas fotosintéticas hacen lo contrario, la Tierra hace circular de manera natural el carbono a través de la atmósfera y el océano. Pero al interrumpir este proceso, el equilibrio se pierde.
En todos los escenarios contemplados por Rothman para finales del siglo XXI, el ciclo del carbono estará cerca o más allá del umbral de la catástrofe.