"Trabajamos en nuevas relaciones entre el Gobierno de Canadá y los pueblos indígenas, que se basen en el respeto, en la cooperación y en las alianzas; hemos hecho cambios en nuestra propias estructuras de Gobierno a fin de hacer una transición" a ese nuevo tipo de relacionamiento, afirmó.
"Este es el legado del colonialismo en Canadá, de una legislación paternalista, de la reubicación forzada de las comunidades inuit, de la negación sistemática los derechos de los métis", sostuvo, y agregó: "La incapacidad de los gobiernos sucesivos de respetar los derechos de los pueblos autóctonos de Canadá nos avergüenza profundamente".
El primer ministro señaló que su Gobierno realiza una "revisión cabal" de las legislaciones y políticas federales canadienses para beneficiar a los pueblos aborígenes y para que Ottawa adhiera estrictamente a las normas y convenciones internacionales, como la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.
"Estamos trabajando mucho con los pueblos indígenas de Canadá para conocer mejor sus prioridades y ver cómo entienden ellos la autodeterminación (…) Estamos haciendo programas para asegurar protección de los inuit y los métis, así como las lenguas de la primeras naciones", informó.
El 72 período regular de sesiones de la Asamblea General de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) comenzó el 12 de este mes en la sede del organismo en Nueva York.
El debate general se desarrolla desde el martes y hasta el 25 de este mes.