"La rusofobia se ha convertido en una doctrina nacional que desarrolla actualmente el Gobierno. Sin duda, esto influye en la conciencia de los polacos, sobre todo de la joven generación", dijo el expolítico en una entrevista a Sputnik.
Según Miller, no solo se trata de la "hostilidad contra los soldados extranjeros, rusos o soviéticos sino también, en general, es un período en el que la política polaca se concentra en las diversidades, los conflictos, las disputas y no en la búsqueda de un principio unitario".
"En cierto momento, los políticos que están en el poder empezaron a reescribir la historia de Polonia afirmando que la Segunda Guerra Mundial se había acabado para Polonia en 1989. O comparan la ocupación alemana con una 'ocupación soviética', como lo llaman ellos, que duró hasta 1989", explicó.
Al comentar el reciente vandalismo contra monumentos a los soldados soviéticos y la demolición del mausoleo en la localidad de Trzcianka, Miller se expresó enérgicamente en contra de tal comportamiento, rechazando esos actos dirigidos contra "los soldados que cruzaron Polonia para derrotar a la Alemania nazi en Berlín".
Miller expresó la esperanza de que Varsovia "intente que las personas que lo hicieron, sean castigadas" y "no se puede ignorar".
"Yo personalmente creo que el aumento de las tensiones entre Rusia y Polonia no va a traer nada bueno. Tampoco favorece las relaciones en el contexto internacional. Creo que Rusia debe ser tratada como un socio. (…) El Gobierno de Polonia es tal como es y hasta que esté al poder, en las relaciones ruso-polacas no cambiará nada", concluyó.
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