Los líderes "expresaron sus condolencias y solidaridad con el pueblo y el Gobierno de México por el sismo sufrido el día de ayer en la zona centro del país, que ha dejado cuantiosos daños humanos y materiales", señaló en un comunicado la oficina del mandatario.
El sismo dejó al menos 225 muertos en la ciudad de México y los centrales estados de Puebla, Morelos y Estado de México, donde se derrumbaron decenas de edificios y viviendas.
A diferencia del otro reciente terremoto, que causó un centenar de muertos y 2,3 millones de damnificados en los estados sureños de Oaxaca y Chiapas en la medianoche del 7 de septiembre, esta vez Trump reaccionó casi de inmediato, y no casi una semana después como en aquella ocasión.
Peña Nieto viajó el 20 de septiembre al estado de Morelos, al sur de la Ciudad de México.
La cifras provisionales de muertos son: 94 en Ciudad de México, 71 en Morelos, 43 en Puebla, 12 en el estado de México, 4 en Guerrero y uno en Oaxaca, dijo el coordinador nacional de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación (Interior), Luis Felipe Puente.
El terremoto ocurrió apenas una par de horas después de que el Gobierno mexicano conmemorara el 32 aniversario del más mortífero sismo de la Ciudad de México, con un macro simulacro en la capital, en memoria de las más de 20.000 miles personas fallecidas en el derrumbe de unos 4.000 edificios, un 19 de septiembre de 1985.
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Un par de horas después de un gran simulacro nacional de entrenamiento por un sismo hipotético de 8,0, llegó el 19 de septiembre el verdadero de 7,1.
La secretaría de la Gobernación de México declaró a la capital del país en "estado de emergencia" y tres días de luto nacional.