En enero, el Ilyushin Il-76 causó furor en Chile, donde gracias a su habilidad de apagar los graves incendios fue apodado cariñosamente 'súper Luchín'. Ahora, nuevamente un avión de una línea aérea rusa está atrapando las miradas tras su breve paso por la ciudad argentina de Córdoba. Se trata del Antonov 124, el cuarto avión más grande del mundo, conocido popularmente como 'la mole de los cielos'.
La aeronave, propiedad de la compañía Volga-Dnepr, con sede en Uliánovsk (Rusia), llegó a las sierras del centro del país para transportar el equipamiento de una central termoeléctrica de la firma MSU Energy.
Su llegada no pasó desapercibida, especialmente entre los fanáticos del avistamiento de aeronaves, que se agolparon en el aeropuerto de Córdoba para recibir a la ilustre visita.
No faltaron los fanáticos que compartieron en las redes este hito en la historia del aeropuerto local. No todos los días llega una nave de ese porte: el An 124 es capaz de llevar en su interior carga pesada, como maquinaria de gran porte o incluso locomotoras y vagones y hace 18 años que no arribaba a Argentina.
Este avión fue desarrollado por Antonov, en tiempos soviéticos, en 1982. Las operaciones comenzaron cuatro años después. Desde entonces fueron fabricadas 56 unidades. La versatilidad del An 124 lo mantiene vigente aún 35 años después de su exordio en los cielos.