De acuerdo con esta ley, EEUU podrá gastar en defensa nacional unos 640.000 millones de dólares, incluyendo el presupuesto básico del Pentágono (compra de armamento, retribución del personal militar y demás funciones principales) y los programas de armas nucleares del Departamento de Energía, más unos 60.000 millones de dólares para realizar operaciones en el extranjero, particularmente en Afganistán, Irak y Siria.
Entre otros gastos, el documento asigna 8.500 millones de dólares a la compra de material para la Agencia de Defensa Antimisiles (MDA, en inglés). Gracias a estos fondos se elevará a 28 el número de los misiles interceptores emplazados en el territorio de EEUU.
La nueva ley estipula también una asignación de 150 millones de dólares en ayuda militar a Ucrania, en comparación con los 350 millones en el ejercicio anterior.
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Para el año fiscal 2017, el Senado había aprobado un presupuesto de defensa de 619.700 millones de dólares.