Según el alto diplomático, EEUU no busca cambiar el Gobierno de Corea del Norte.
"Nuestra estrategia es emprender esta campaña de presión pacífica, como la llamamos, basada en cuatro noes, siendo que no buscamos el cambio de régimen, no buscamos el colapso del régimen, no buscamos una reunificación acelerada de la península, y no buscamos una razón para enviar a nuestras fuerzas para delimitarizarles", afirmó.
Sanciones de Rusia y China
Tillerson recordó que "China es el principal proveedor del petróleo para Corea del Norte" y podría cortar los suministros, como había hecho en el pasado.
"Pedimos a China que utilice ese instrumento", dijo el jefe de la diplomacia estadounidense.
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Tillerson afirmó que "no queda mucho tiempo", dado el continuo avance de Corea del Norte en el desarrollo de armas nucleares y misiles balísticos.
"Así que necesitamos la asistencia de China para lograr que vuelvan a la mesa (de negociaciones)", añadió.
También Rusia, según Tillerson, podría influir en Pyongyang si dejara de contratar a miles de trabajadores norcoreanos.
Tillerson recordó que el Consejo de Seguridad de la ONU, impuso a Corea del Norte "las sanciones más duras en la historia para hacerla regresar a la mesa de negociaciones".
El Consejo de Seguridad de la ONU adoptó el 11 de septiembre por unanimidad su resolución más fuerte contra Corea del Norte a partir de la última prueba nuclear —realizada el 3 de este mes y la sexta en total desde 2006— y de sus repetidos lanzamientos de misiles.
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Las nuevas sanciones se suman a las anteriores, del 5 de agosto, que incluían la prohibición de importar hierro, carbón, plomo y mariscos de Corea del Norte, aumentar el número de trabajadores norcoreanos empleados en otros países, lanzar nuevos proyectos conjuntos y ampliar los existentes.