Numerosos comandantes del grupo militar han sido arrestados, mientras que una parte de las compañías que pertenecieron al particular 'imperio económico' de este cuerpo de élite pasaron a estar controladas por el Estado, escribe el columnista Serguéi Manukov, en un reciente artículo publicado por el medio ruso Expert.
El presidente persa, Hasán Rohaní, ha decidido consolidar su poder en Irán. Uno de sus principales rivales en la lucha por hacerse con las riendas del país es la Guardia Revolucionaria Islámica, que desde hace tiempo ha dejado de ser una institución meramente militar para convertirse en un actor importante de la vida política y económica de la República islámica.
Los 'padasarán' —guardianes, en persa— tienen un peso político importante en el país gracias a su entramado económico, que está formado por decenas de empresas, bancos y otros negocios. Rohaní decidió asestar el primer golpe precisamente contra este 'imperio económico' para debilitar a la Guardia Revolucionaria antes de la decisiva batalla final, señala el columnista.
El autor cita una reciente noticia de The Financial Times que informa de que los 'pasadarán' han tenido que llevar a cabo un proceso de reestructuración en muchos de sus conglomerados por las presiones del Gobierno e incluso han tenido que ceder al Estado el control de varias de sus empresas.
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En particular, hace unos meses el propietario de un 'holding' iraní, que forma parte del entramado económico de los 'padasarán', fue arrestado. Como resultado, le confiscaron diversas pertenencias cuyo valor ascendía a millones de dólares.
Además, este año también fue detenido un general de brigada considerado el 'economista jefe' de la Guardia Revolucionaria, aunque posteriormente fue puesto en libertad bajo fianza.
Esta ola de arrestos se está realizando de manera tan discreta que pocas personas están al tanto de la situación, ni siquiera dentro de Irán. La explicación para este comportamiento es que el Gobierno no quiere socavar la confianza de los iraníes en los 'padasarán'. Rohaní, por su parte, solo busca privarles de su base económica para hacer que se ocupen exclusivamente de cuestiones militares, que fue su cometido durante sus primeros años de existencia, señala Manukov.
La 'ofensiva' contra la Guardia Revolucionaria empezó en 2016 después de que el presidente Rohaní revelara al líder del país, el ayatolá Jamenéi, las enormes riquezas de las personas vinculadas con los 'padasarán'. Según Rohaní, la Guardia Revolucionaria creó su "propio gobierno con una pistola en la mano", recalcó el columnista.
El presidente relató al ayatolá que la economía persa estaba paralizada por culpa de los enormes niveles de corrupción y el fuerte control sobre ella que ejercían los 'padasarán', señala el medio The Financial Times. La prioridad de Jamenéi es proteger a los 'padasarán' de la corrupción, y es por ello que apoyó a Rohaní en la disputa.
Los enemigos de los 'padasarán', liderados por Rohaní, temen por su parte que cambien las tornas con la salida del poder de Jamenéi —que no goza de muy buena salud— y que la Guardia Revolucionaria acabe haciéndose con el poder en Irán.
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