El Ministerio de Defensa de Lituania, por ejemplo, elaboró un informe sobre las supuestas amenazas que representaban los ejercicios Zapad.
Por su parte, el Ministerio de Defensa de Bielorrusia calificó el informe de "paparruchas".
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, declaró a su vez que estas reacciones eran una muestra de "rusofobia total".