"Son lamentables estos pasos que retrasan las perspectivas de restablecer la colaboración bilateral y distraen de la solución de los problemas importantes, en particular de la lucha contra el terrorismo internacional", dice el comunicado de la embajada de Rusia en EEUU publicado en el sitio web del ente.
El Departamento de Seguridad Nacional de EEUU ordenó el miércoles a todas las agencias federales a discontinuar el uso de productos de Kaspersky Lab en los próximos 90 días.
El Departamento explicó que esta medida "se basa en los riesgos que presenta para la seguridad informática el uso de productos de Kaspersky en sistemas cibernéticos federales".
Asimismo, el Departamento señala estar "preocupado por los vínculos entre ciertas autoridades de Kaspersky y agencias de inteligencia y otras oficinas gubernamentales rusas", así como por los requerimientos establecidos en las leyes rusas que permiten a las agencias de inteligencia de ese país a pedir la colaboración de la empresa.
Además, Kaspersky Lab se mostró decepcionado de que "una compañía privada pueda ser objeto de acusaciones infundadas, bajo la presión de la actual situación geopolítica" subrayando que todas las acusaciones se basan en datos falsos e imprecisos.
Kaspersky es una compañía dedicada a la seguridad informática con sede central en Moscú y con presencia en unos 200 países.
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Moscú llamó a Washington a examinar su iniciativa de formar un grupo ruso-estadounidense para los asuntos relacionados con la ciberseguridad, según se desprende del comunicado.
"Llamamos otra vez a examinar detalladamente nuestra propuesta de crear un grupo ruso-estadounidense para la ciberseguridad", dice la nota publicada en el sitio web del ente.
Por su parte, Putin destacó que la creación de este grupo permitirá evitar cualquier incertidumbre en las relaciones entre los dos países.
La Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense, la CIA y el FBI publicaron en enero un informe acusando a Moscú de haber orquestado una campaña de influencia para minar la confianza en el proceso democrático en EEUU y reducir las opciones de la candidata demócrata, Hillary Clinton, en las presidenciales de 2016.
Esta campaña de influencia, según el reporte, habría sido aprobada al más alto nivel e incluyó hackeos, filtraciones y uso de medios de información y redes sociales pero no repercutió en el conteo de votos.
Tanto el Kremlin como el Ministerio de Exteriores ruso negaron rotundamente la implicación de Rusia en los supuestos ciberataques en las elecciones en EEUU.
Hasta la fecha, el Gobierno de EEUU no ha presentado ninguna prueba que confirme la responsabilidad de Moscú por los supuestos ataques informáticos.