"Vimos sonrisas en las caras de los norcoreanos. Son gente totalmente normal que vive en el sistema de valores que han adoptado. Tienen su vida cotidiana y no ven que haya ningún problema con ella. Se comportan como la mayoría de asiáticos. Tienen sus propias ambiciones, trabajan…".
Son las palabras de Milosavljevic, guía del primer viaje hecho por turistas de los Balcanes al país más hermético del mundo. El viaje, por cierto, lo planearon estos aventureros serbios antes de que se iniciase la crisis nuclear en la península coreana.
El testimonio de Filip Milosavljevic deja las cosas claras: cualquier parecido entre la Corea del Norte que los medios de comunicación pretenden dibujar y la realidad es pura coincidencia.
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"Fuimos para allá cargados de prejuicios. Que la gente allí pasaba hambre, decían. Que se alimentan a base de hierba y no pueden vestir bien. La realidad es bien distinta. Muchos sirven en el Ejército o se dedican a la agricultura. Nos dejaron entrar en las casas y probamos la comida típica. Pudimos visitar Sariwón, una ciudad preciosa, limpia. Con edificios coloridos igual que en Pyongyang. Las avenidas están impolutas y los pueblos están impecables y lo tienen todo ordenado. Los campos parecen sacados de una película, igual que en otros países del este", describe Filip Milosavljevic.
A estos turistas de Serbia les acompañó durante todo el viaje Kim, su guía turística, que se dirigía en todo momento hacia ellos en un perfecto inglés. Milosavljevic quiso aprovechar para sonsacar a la camarada alguna opinión sobre la situación política tan delicada que el país está viviendo, pero no tuvo suerte.
"Kim me daba respuestas muy generales y con habilidad sabía evitar algunas de las preguntas. Así que entendimos que no había esperanzas de poder discutir el tema con ella", reconoció Milosavljevic a Sputnik.
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Una sola nación
"En Corea del Norte no se utiliza el término 'Corea del Norte' ni tampoco el de 'Corea del Sur'", revela el guía serbio. Para los norcoreanos, solo existe la República Democrática Popular de Corea y esta abarca toda la península coreana: desde las costas de Corea del Sur hasta la frontera norcoreana con China. "Ellos dicen que se trata de un único país y que en él viven 80 millones de personas", expresa Milosavljevic. "De esos 80 millones, 30 viven en el norte, 40 en el sur y 10 millones forman parte de la diáspora".
Los norcoreanos se sienten parte de un solo país y "les da pena" ver lo que está pasando actualmente entre ambos territorios. Eso sí, esperan que llegue el día en el que se unan a sus vecinos y quieren que sea un proceso pacífico, "sin la intromisión de ningún país extranjero".
Metro y Volkswagen
"Tienen metro. Estuvimos en él más de una hora yendo de un lado a otro e hicimos transbordos de una línea a otra. Los vagones son de los años 90 y provenientes del Berlín oriental. Pero nos enseñaron vagones de fabricación nacional construidos entre 2010 y 2011", prosigue el serbio.
En Pyongyang también hay automóviles, tranvías y autobuses, pero no demasiados. "Es verdad que, desde la ciudad hasta la zona desmilitarizada, hay pocos medios de transporte", subraya Milosavljevic.
"Vimos literalmente dos o tres vehículos durante las cuatro horas que duró el viaje desde la ciudad hasta la zona desmilitarizada. En su mayoría eran Volkswagen blancos, modelos de los años 2005 y 2006, o bien marcas japonesas. Tienen su propia marca de automóviles, pero en general vimos pocos autos", apunta.
Después de su aventura, Milosavljevic cree que a Corea del Norte hay que ir más de una vez. Justamente es ahora cuando se han abierto dos nuevos paquetes de viaje al país, que se pueden contratar a través de una agencia china.
Eso sí: el serbio recomienda que aquellos a los que les gusta la vida nocturna se abstengan de visitar el ya no tan hermético país.
"Gracias a nuestra encantadora guía pudimos dar una pequeña vuelta por la ciudad de noche. Hay gente, pero no vimos ningún club nocturno y los restaurantes cierran a las nueve, hora a la que todo el mundo se va a casa y las calles se quedan desiertas. Después de las nueve, las luces de la ciudad se apagan y la República Popular Democrática de Corea se sume en un sueño".