La misión de la ONU "deberá estar equipada con armas ligeras, tener como único mandato la protección de los grupos de observadores de la OSCE y realizar las 24 horas al día la observación de las zonas de retirada de las fuerzas y armas de la línea de contacto entre el territorio controlado por las Fuerzas Armadas de Ucrania y el territorio de determinadas áreas de las provincias ucranianas de Donetsk y Lugansk", controlado por las milicias, dice el texto.
Su jefe informará de la situación directamente al secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres.
Se prevé además que el secretario general prepare recomendaciones sobre el número de efectivos y la composición étnica de la misión, que "serán acordados con el Gobierno de Ucrania y los representantes de determinadas áreas de las provincias ucranianas de Donetsk y Lugansk".
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El pasado 5 de septiembre el presidente de Rusia, Vladímir Putin, expresó su apoyo al envío de cascos azules a Ucrania, al tiempo de indicar que el único objetivo de la misión puede ser la protección de los observadores de la OSCE y que los soldados de paz deben encontrarse en la línea de separación y en ninguna otra zona.
Kiev preparó un proyecto de resolución propio.