El primero de septiembre, el FBI interrogó al periodista Andrew Feinberg, que trabajó en Sputnik hasta mayo de este año.
"Es extraño que EEUU considere a un periodista o a un medio como agente extranjero y lo quiera investigar en esos términos dentro de EEUU. Estados Unidos tiene que parar de actuar como el comisario del mundo. Eso no contribuye a la democracia y a la libertad de prensa que en teoría son tan propagadas por ellos mismos", dijo a Sputnik Maria José Braga, presidenta de la Federación Nacional de Periodistas de Brasil (Fenaj, por sus siglas en portugués).
A su juicio, si Sputnik "tiene una línea editorial eso estará expresado en el contenido periodístico que produce", pero no configura una razón para que su material no sea difundido. Además, resaltó la presencia de Sputnik "en diversos países del mundo haciendo periodismo".
FARA, una ley aprobada en 1938, tenía como objetivo impedir la propaganda fascista en Estados Unidos. De acuerdo con esta legislación, se deben inscribir como "agentes extranjeros" las organizaciones que realicen "propaganda" en Estados Unidos, pero no así las agencias periodísticas.
"La investigación del FBI contra Sputnik es una provocación y una violación evidente de la libertad de prensa", dijo a Sputnik Aram Aharonian, fundador de la cadena Telesur, director del Observatorio de Comunicación y Democracia y presidente de la Fundación para la Integración Latinoamericana (Fila).
Si se considera a Sputnik un "agente extranjero", "tendrían que hacer lo mismo con la BBC, Reuters, Amsa, agencias que también tienen su capital en distintos países del mundo", señaló Aharonian, para quien esto es parte de las alegaciones de que Rusia intervino en la campaña electoral de Estados Unidos. "Todo es una puesta en escena de una investigación que no lleva a ningún lado", concluyó.
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Si lo mismo sucediera con 'La Voz de América', por ejemplo, "pondrían el grito en el cielo y mandarían a los Marines para defender la libertad de prensa", opinó el periodista latinoamericano.
"Nosotros creemos que en EEUU hay libertad de prensa y expresión y que cada uno piensa y dice lo que quiere, pero Wikileaks nos ha demostrado lo contrario: que usan a sus organismos de seguridad para espiar a través de dispositivos electrónicos lo que todos hacen", completó.
"Irónicamente, como es parte de la investigación sobre la influencia rusa en las elecciones en Estados Unidos, muchos de los que siempre apoyan a la libertad de prensa ahora se callan", comentó el académico.
Por su parte, Gabe Rottman, director de PEN America, un grupo que aboga por la libertad de expresión, dijo al mismo medio que la investigación podría tener ramificaciones globales. "Cualquiera que sea la opinión sobre Sputnik y RT, la mayor preocupación del FBI al enfocarse en un medio de comunicación extranjero como sospechoso de ser un agente extranjero, es la retaliación contra los medios de comunicación apoyados por Estados Unidos, como Voz de América, o radios públicas como la BBC", advirtió.
También en Washington Examiner, Trevor Timm, director ejecutivo de la Fundación Libertad para la Prensa, consideró que "es preocupante cada vez que el FBI se mete a definir quién es y quién no es periodista".