"Un voto en contra de este proyecto de ley es un voto por una salida caótica de la UE", desafió el principal negociador de los términos del Brexit del Ejecutivo de Theresa may.
El líder laborista, Jeremy Corbyn, ha exigido el voto en contra de su grupo parlamentario.
El resto de partidos en la oposición se oponen también al contexto actual de este proyecto que traspasará a la legislatura británica todas las regulaciones y normas derivadas de Bruselas desde la adhesión de Reino Unido en 1973.
"Los británicos no votaron por confusión (en el referéndum de 2016) y el Parlamento tampoco debería hacerlo", advirtió el titular del Brexit.
Son los llamados "poderes de Enrique VIII" que permitirán al Ejecutivo enmendar leyes al margen del Parlamento.
Diputados conservadores han descrito la propuesta de "monstruosidad asombrosa" aunque la inmensa mayoría votará con el Gobierno, según coinciden los analistas.
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El polémico proyecto de ley salvará muy probablemente su primer obstáculo en los Comunes con el voto de los diez unionistas norirlandeses, que sustentan a los conservadores desde que May perdió la mayoría parlamentaria en las elecciones del pasado junio.