La misión estadounidense en la ONU anunció que Washington convocará a una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU para votar un nuevo proyecto de resolución, destinado a reforzar las sanciones contra Corea del Norte.
Pyongyang prometió a EEUU “el mayor dolor y sufrimiento de toda su historia”.
Washington quiere presionar más a Pyongyang imponiendo un embargo de petróleo y congelando activos del líder norcoreano, Kim Jong-un.
El documento prohíbe importar hierro, carbón, plomo y mariscos de Corea del Norte, aumentar el número de trabajadores norcoreanos empleados en otros países, lanzar nuevos proyectos conjuntos y ampliar los existentes.
Las nuevas restricciones podrían reducir en un tercio, o unos mil millones de dólares, los ingresos por exportación norcoreanos.
Según las estimaciones previas, la detonación tuvo una potencia de entre 50 y 70 kilotones, varias veces superior a la de la bomba atómica que EEUU lanzó sobre la ciudad japonesa de Hiroshima en agosto de 1945.
Fue el sexto ensayo atómico desde que Corea del Norte se proclamó potencia nuclear en el año 2005; los anteriores tuvieron lugar en 2006, 2009, 2013 y dos en 2016.
En 2016, Pyongyang llevó a cabo más de 20 ensayos de misiles balísticos y dos pruebas nucleares, desoyendo las prohibiciones del Consejo de Seguridad de la ONU.