Es eso mismo, una red de terapeutas del abrazo. Una hora de sesión puede costar en torno a 80 dólares con un profesional debidamente certificado por una asociación de "abrazadores" conocida como Cuddlist (lista de abrazo, en traducción libre). El grupo cuenta con una consultoría médica y protocolos sobre el "tacto de confianza".
De acuerdo con Cuddlist, el abrazo "estimula la producción de hormonas como la serotonina, la dopamina y la oxitocina, que reducen el estrés y la ansiedad, además de promover un estado de bienestar". La plataforma online permite contactar a un abrazador registrado según el perfil, ubicación o demás servicios terapéuticos que ofrezca. Varones y mujeres componen la larga lista de profesionales.
Cuddlist mantiene cuentas en Instagram para promocionar la técnica y a sus terapeutas. Entre ellos, la abrazadora Janet Treviño suma más de 700 horas de abrazos y cobra 80 dólares la sesión presencial, o 20 dólares por una charla telefónica de 10 minutos. La terapeuta resalta que también atiende en español.
En las redes sociales, la latina ha compartido su historia de vida, cuya vocación social empezó como misionera religiosa para al fin convertirse en una abrazadora profesional. La práctica ya le rindió un allanamiento de la Policía a su casa, en dónde también abraza a sus clientes. La terapeuta tuvo que comparecer ante un juez para comprobar la legalidad de su trabajo. Durante la visita policial, Janet les ofreció abrazos a los agentes, quienes educadamente lo rechazaron para hacer la inspección.