Aunque el epicentro del huracán Irma no alcanzó a La Habana, sí que dejó varios municipios de la capital cubana sin electricidad ni teléfono.
Más de 10.000 personas fueron evacuadas de las zonas costeras a lugares seguros. El Aeropuerto Internacional de La Habana José Martí, por su parte, permanecerá cerrado hasta el mediodía del 11 de septiembre.
Las medidas de precaución, tomadas de antemano por la ciudadanía y las autoridades salvaguardaron la vida de los cubanos a lo largo y ancho del país. Días antes de que el potente huracán azotara la isla, los trabajadores de los servicios comunitarios limpiaron las alcantarillas, reforzaron las ventanas y cortaron las ramas de los árboles que representaban un peligro.
El sábado, Irma azotó la costa noreste de la isla, causando graves daños a la infraestructura turística de Cayo Coco, Cayo Santa María y Varadero. Los turistas ya habían sido evacuados con anterioridad.
Las provincias más afectadas por el fenómeno fueron Camagüey y Siego de Ciego de Ávila. El huracán arrancó árboles de raíz, destruyó los tejados de varias viviendas y tumbó los postes de las líneas eléctricas. No obstante, según datos preliminares, no se produjeron víctimas mortales.
Después de golpear el noreste de la isla, Irma cambió de rumbo y se dirigió a Florida.
Según los últimos informes, su paso por las Antillas ha dejado 22 fallecidos.