En la época soviética, la base naval principal de la URSS era el puerto de Sebastopol, pero con la desintegración de la URSS, las autoridades rusas se vieron obligadas a encontrar un nuevo lugar para la base de la Flota del Mar Negro. Finalmente, el lugar elegido fue Novorossiysk.
Inicialmente, la bahía de Tsemés, que está despejada de hielo durante todo el año —a diferencia de otros puertos de Rusia- sirvió de muelle para barcos comerciales y de pasajeros. Los buques de guerra entraron en Novorossiysk por primera vez hace menos de un siglo.
Fueron los bolcheviques quienes en 1920 establecieron la base naval de Novorossiysk. Durante la Guerra Civil Rusa, los buques y unidades de la base ayudaron al Ejército Rojo a derrotar a sus rivales por el poder, agrupados en el denominado Movimiento Blanco de Crimea y Transcaucasia —también conocidos como los blancos—.
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Una vez acabaron aquellos combates, el Ejército Rojo fue reducido de una manera sustancial y la infraestructura militar de la bahía de Tsemés perdió importancia.
Solo a finales de los años 30, a causa de la degradación de la situación política internacional, las autoridades soviéticas decidieron ampliar el contingente de la base. Durante la Gran Guerra Patria, Novorossiysk se convirtió en un pilar de apoyo a Sebastopol y Odesa, ambas asediadas.
En la primera mitad de 1942, los marineros de Novorossiysk garantizaron el transporte marítimo y la evacuación de las unidades militares de Sebastopol y Kerch.
En 1947, la base naval de Novorossiysk fue disuelta y la bahía de Tsemés pasó a ser utilizada como una unidad de retaguardia de la Flota del Mar Negro. Los recursos para el desarrollo de esta Flota se invirtieron en Sebastopol, cuya bahía era más cómoda para la navegación.
En 1997, como resultado de unas tensas negociaciones entre la Federación de Rusia y Ucrania, se concluyeron acuerdos para la división y reparto de la Flota del Mar Negro. Moscú tuvo que renunciar a su demanda anterior de designar Sebastopol como la base principal de la Flota del Mar Negro. Sin embargo, la Federación de Rusia dejó allí una base de su flota que albergó al 81,7% de sus buques.
La agresiva retórica de Kiev hizo que Moscú pensara en la necesidad de revivir la base naval de Novorossiysk. De hecho, la bahía de Tsemés pasó a ser la única alternativa a Sebastopol para el despliegue de buques y submarinos rusos en el mar Negro. De esa manera, el puerto inició su segunda vida.
Para modernizar la infraestructura de la bahía se invirtieron más de 5.000 millones de dólares.
Para la nueva base también se utilizaron pilares de 50 metros de longitud y 33 toneladas de peso, que deberían garantizar la resistencia frente a sismos de hasta 9 grados.
La base naval de Novorossiysk pasó a ser capaz de recibir hasta 100 barcos con capacidades de desplazamiento que van desde las 1.500 hasta las 30.000 toneladas.
Para recibir las naves, se construyeron cinco pasarelas de 100 metros de largo, una de ellas flotante, y se habilitó también un muelle especial para los submarinos.
La bahía de Tsemés sigue siendo el lugar ideal para acoger los submarinos con misiles de crucero y proporciona un despliegue de combate de submarinos más sigiloso que en Sebastopol gracias a la mayor profundidad de sus aguas.
Hoy por hoy, la principal fuerza de ataque de la base naval de Novorossiysk está compuesta por cuatro submarinos del proyecto 636.3. Se trata de los vehículos Novorossiysk, Rostov en el Don, Stary Oskol y Krasnodar. Gracias a los misiles Kalibr-PL, los submarinos son capaces de atacar objetivos en toda la región del mar Negro, Europa del Este y Europa Central, además de en Oriente Medio.
El 9 de diciembre de 2015, el submarino diésel-eléctrico del proyecto 636.3 Rostov en el Don, que navegaba del mar del Norte a Novorossiysk, atacó objetivos cercanos a la ciudad de Al Raqa, la llamada 'capital' del autodenominado Estado Islámico en Siria.
La operación en Siria pasó a ser uno de los estímulos para el desarrollo de la Flota del Mar Negro y la base naval en Novorossiysk. La bahía de Tsemés ahora es un centro que da el apoyo logístico necesario a los militares rusos en Siria.
El objetivo principal de la base naval de Novorossiysk es asegurar la protección de las fronteras marítimas en el sur del país. La instalación da cobertura a las fuerzas del Distrito Militar del Sur y permite trasladar tropas y suministros por mar.
La zona de responsabilidad de la base se extiende desde las fronteras rusas con Georgia en el mar Negro hasta las fronteras con Ucrania en el mar de Azov.
El componente terrestre de la base naval de Novorossiysk está representado por el 382 Batallón Marino Independiente (Temriuk, en ruso) y la 11 Brigada de Artillería de Misiles Costeros de la Flota del Mar Negro (Utash, en ruso).
La brigada de misiles tiene en su arsenal tres sistemas de misiles costeros Bastion-P, puestos en servicio en 2009. La estructura del Bastión-P incluye cuatro lanzadoras móviles y un centro de control.
Además, los militares de la zona pueden utilizar equipos de designación de objetivos, máquinas de entrenamiento y transportes de cargas. La base del complejo son los misiles anti-nave autoguiados con alas supersónicas de la serie 3M55 Onyx o Yajont, con una autonomía de hasta 300 kilómetros.
Los marineros de la base de Novorossiysk se desempeñaron en la limpieza del estrecho de Kerch tras un derrame de petróleo, tomaron parte en el conflicto de Osetia del Sur, participaron en las operaciones antiterroristas en Daguestán (2010-2011), en las tareas de rescate y limpieza de las inundaciones en Krymsk y también en las operaciones en la península de Crimea. Ahora, están involucrados en la misión militar en Siria.
"Sin la base adicional en Novorossiysk sería imposible garantizar una Flota del tamaño suficiente. De aquí se desprende el papel importantísimo de la bahía de Tsemés", explicó el experto militar Konstantín Sivkov, presidente de la Academia de Problemas Geopolíticos.