"Para 2018, el Gobierno espera un crecimiento de entre 2,0 y 3,0%", dijo Meade, al entregar el Paquete Económico para 2018 en el Palacio de San Lázaro, sede del poder Legislativo.
El documento titulado Criterios Generales de Política Económica entregados al Congreso como parte del paquete económico presupuestal estima un tipo de cambio del peso frente al dólar de 18,10 pesos a lo largo del año próximo, es decir, un avance de 0,60 centavos frente a la moneda estadounidense que cerraría este año en un promedio de 18,70 pesos, indica el documento.
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El otro indicador esperado en los mercados financieros es la inflación, estimada en 3% el próximo año, que volvería a colocarse en la meta del Banco de México (Banxico, central) que busca un rango mínimo de 2% y un máximo de 4%.
El déficit público para el 2018 pronosticado será de unos 52.000 de pesos menos respecto al gasto de 2017, es decir será "menor al 2013", primer año del actual gobierno (2.870 millones de dólares, al tipo de cambio previsto de 18,1 pesos).
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El rango de deuda gubernamental para 2018 representa una reducción del uno% llegando a un 47% al final del próximo año fiscal lo que es menor a lo proyectado en marzo de este año cuando se estimaba que aumentara de 35,8 a 49,2.
Plataforma petrolera
Las previsiones del gasto público federal mexicano, que debe ser analizado y aprobado por el Congreso, contemplan un precio promedio del barril de la cesta de crudos mexicanos de exportación de 46 dólares en los mercados petroleros internacionales.
Ese dato es un retroceso, comparado con la estimación gubernamental de marzo pasado de alcanzar los 2 millones de toneles producidos al día cuando esperaba frenar por primera vez el declive anual constante gracias a la apertura de la multimillonaria inversión petrolera extranjera en marcha.
Sin embargo, la nueva producción aún debe esperar hasta 2020.
El Gobierno ha comprado coberturas financieras que protegen sus ingresos federales con seguros en bancos de Nueva York por si el precio cae abajo de 47 dólares.
México es uno de los pocos países exportadores de crudo que practica esa protección en los mercados a futuro para garantizar sus ingresos gubernamentales sin sobresaltos.
Los seguros gubernamentales comprados a bancos como JPMorgan Chase, Goldman Sachs Group y Citigroup, le permitieron al país centroamericano ganar unos 2.900 millones de dólares por sus coberturas petroleras en 2016, un récord de 6.400 millones de dólares en 2015 —el peor año para los deprimidos precios mundiales del crudo—, y otros 5.100 millones de dólares en 2009, tras la crisis financiera mundial.