Al menos seis personas murieron en la isla de Saint Thomas, la principal del archipiélago y donde se encuentra la capital, aplastadas o golpeadas por muros que se derrumbaron en los edificios donde se encontraban, indicó el portal de noticias.
Medios estadounidenses reportaban mientras tanto tres muertos en el territorio de ultramar debido al destructivo huracán Irma, que seguía teniendo categoría 5 y vientos máximos sostenidos de 280 kilómetros por hora.
La marina de EEUU procedió a evacuar a todos los pacientes del centro médico Roy L. Schneider hacia un buque-hospital, debido a que el edificio perdió buena parte de su techo por los vientos.
El Gobierno de Islas Vírgenes impuso un toque de queda de 36 horas y ordenó confiscar todas las armas en poder de los ciudadanos para evitar incidentes.