En su opinión, incluso los programas más 'inteligentes' y técnicamente progresivos no pueden ni compararse con el cerebro humano. "Una máquina comete un error, porque los robots pueden cometer errores, y la máquina del oponente responde, y ya están involucrados en una guerra", describió Sharkey un posible escenario de un conflicto originado por las máquinas.
"Las máquinas no tienen deseos propios. Son mecanismos programados, igual que un teléfono", destacó el investigador, comentando las recientes palabras de Elon Musk.
En lo que toca a la automatización de la producción y el paro que deriva de esta, está seguro de que el empleo va a caer, pero espera que esto suceda gradualmente. La solución, en su opinión, es cambiar el sistema educativo para que la gente siempre tenga trabajo.
"Estoy seguro de que los robots pueden ser muy útiles si se utilizan correctamente. Tenemos muchos problemas con el medioambiente, y ya hay robots que son capaces de pasar por la capa de hielo para controlar su derretimiento, robots que restauran los arrecifes de coral. También existen buenas tecnologías para el uso eficaz de los alimentos. Robots granjeros conquistan la agricultura. Sí, podemos perder trabajos, pero alimentaremos a todo el planeta. Son los humanos quienes hacen la elección", concluyó.