"En la tarde del 5 de septiembre de 2017, un radar de la OTAN detectó dos aviones rusos que habían abandonado el espacio aéreo de la región de Kaliningrado y se dirigían al norte vía el espacio aéreo internacional", dice el comunicado.
"Como parte del procedimiento estándar los F-16 belgas alzaron el vuelo para identificar dos aviones de combate Su-27 de Rusia, al que posteriormente se unió un avión de transporte pesado IL-76", según el informe que señala que los aviones rusos regresaron posteriormente a Kaliningrado.
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El Ministerio de Defensa ruso ha declarado en repetidas ocasiones que todos los vuelos de los aviones de la Fuerza Aeroespacial de Rusia se cumplieron y se cumplen en estricta correspondencia con las normas internacionales de uso del espacio aéreo sobre las aguas neutrales, sin que se violen las fronteras de otros estados.