"Apuntar a esa gente joven es equivocado, porque ellos no han hecho nada malo. Es autodestructivo, porque ellos quieren empezar nuevas empresas, trabajar en nuestros laboratorios, servir en nuestro ejército y contribuir de cualquier otra forma al país que aman", dijo el exmandatario en un pronunciamiento en su página de Facebook.
Además, la decisión "es cruel", añadió Obama para preguntarse "¿qué tal si la maestra de ciencias de nuestro hijo o nuestra amistosa vecina resulta ser una "dreamer" [soñadora, nombre con el que se conoce a los beneficiarios del programa]? ¿Dónde se supone que la enviemos? ¿A un país que no conoce ni recuerda, con una lengua que posiblemente ni siquiera hable?".
El expresidente replicó el argumento fundamental de Sessions, que DACA era inconstitucional pues fue adoptado mediante decreto y excediendo las facultades del Poder Ejecutivo.
"Seamos claros: la medida que se tomó hoy no tiene exigencia legal. Es una decisión política y una cuestión moral", dijo Obama.
"Esa ley nunca apareció", sostuvo Obama.
Puesto que "no tenía sentido expulsar a jóvenes talentosos, orientados, y patrióticos del único país que conocen únicamente por los actos de sus padres, mi administración actuó para quitar la sombra de la deportación que caía sobre esa población joven", argumentó el presidente.
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Mientras las deportaciones de delincuentes crecieron, unos "800.000 jóvenes se presentaron, cumplieron rigurosas exigencias y aceptaron que se registraran y revisaran sus antecedentes y su entorno", describió Obama.
Al respecto, Obama sostuvo que "ahora que la Casa Blanca le ha echado la responsabilidad al Congreso, compete sus miembros proteger a esos jóvenes y nuestro futuro".
El expresidente se manifestó alentado porque algunos legisladores indicaron que podrían tomar la tarea en sus manos.