"Por desgracia, hasta el momento no hemos podido lograr que EEUU exprese su disposición a mostrar moderación, dejar de incitar tensiones o provocar a Pyongyang mediante ejercicios y el despliegue de equipos adicionales en la región", indicó.
Explicó que "en ese ambiente es muy difícil esperar una normalización".
"Necesitamos acciones, necesitamos perseverancia, debemos buscar enfoques y ocuparnos plenamente de este tema", subrayó al agregar que mucho depende de la política de Washington.
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En agosto pasado, el presidente Donald Trump, amenazó con "fuego y furia" a Pyongyang después de que militares norcoreanos desvelaran un plan de ataque preventivo que prevé el lanzamiento de cuatro misiles Hwasong-12 en dirección a la isla estadounidense de Guam.
Sin embargo, Washington no desistió de celebrar ejercicios militares con Seúl, mientras que Pyongyang siguió adelante con sus ensayos de armamento.
El 3 de septiembre, Corea del Norte declaró haber ensayado con éxito una bomba de hidrógeno que podría colocarse en ojivas de misiles balísticos intercontinentales (ICBM).
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Según las estimaciones previas, la bomba tuvo una potencia de entre 50 y 70 kilotones.
En lo que va de este año, Corea del Norte realizó 13 pruebas de misiles balísticos, incluyendo el lanzamiento de dos supuestos ICBM capaces de alcanzar el territorio de EEUU y de un misil de medio alcance que sobrevoló la isla japonesa de Hokkaido.
En 2016, Pyongyang llevó a cabo más de 20 ensayos de misiles balísticos y dos pruebas nucleares, desoyendo las prohibiciones del Consejo de Seguridad de la ONU.