La sexta prueba nuclear realizada por Corea del Norte demuestra "una incapacidad de la comunidad internacional" para abordar el conflicto en la península asiática, según dijo a Sputnik la analista internacional argentina Melanie Michailoff. A criterio de la especialista, "los ensayos van a seguir, porque el régimen tiene que mostrar cada vez más su propio desarrollo" para preservar su seguridad.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, dijo en su paso por China con motivo de la cumbre de los BRICS que la "histeria militar" para resolver la problemática en la península de Corea podría conducir a "una catástrofe planetaria global y a un gran número de víctimas humanas". En cambio, bregó por el diálogo para alcanzar una solución.
Para la analista, la visión del líder ruso es "muy importante". Moscú "se opone claramente al desarrollo de armas nucleares en el sector norte de la península por lo que significa para la seguridad internacional", pero al mismo tiempo no cree adecuada la respuesta de EEUU, que no descartó un ataque dirigido hacia Pyongyang.
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El presidente de EEUU, Donald Trump, afirmó en Twitter que Corea del Sur —país que ha apostado de un tiempo a esta parte por la desnuclearización de su territorio— está dándose cuenta de que la estrategia de "diálogo de apaciguamiento" hacia el Norte "no funcionará". Luego, en el mismo medio indicó que permitirá que Seúl y Japón compren "una cantidad sustancialmente incrementada de equipamiento militar de EEUU".
I am allowing Japan & South Korea to buy a substantially increased amount of highly sophisticated military equipment from the United States.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 5 de septiembre de 2017
South Korea is finding, as I have told them, that their talk of appeasement with North Korea will not work, they only understand one thing!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 3 de septiembre de 2017
La experta argentina opinó que en el "equilibrio de poder", cualquier incremento de una "retórica belicista" solo lograría un efecto idéntico en el otro sentido, lo que redundaría en "un aumento mayor de las tensiones".
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Una situación similar se dio en Libia, donde Muamar Gadafi también tomó una decisión parecida a la del expresidente iraquí y debió enfrentar en 2011 una invasión de países de la OTAN que terminó con su ejecución.
"Me parece importante hacer esa analogía que señaló el presidente ruso con lo que pasó con Libia e Irak. (…) Creo que el líder norcoreano [Kim Jong-un] de alguna forma tomó nota de esto y considera importante la continuidad de su programa para el desarrollo de su propia seguridad", resaltó la experta en relaciones internacionales.
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En este contexto, por un lado se sitúan EEUU, "apoyando a Japón y Corea del Sur" y por otro lado China, "que si bien se opone al desarrollo misilístico" de Pyongyang, "no está dispuesto a abandonar a su aliado". Rusia, por otra parte, "se pliega" a la política de Pekín respecto al tema.
China llama a Corea del Norte y EEUU a esforzarse más para resolver la crisis https://t.co/x4v6HYSgTj
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 17 de agosto de 2017
"Esta disyuntiva entre todos los actores hace que la situación se torne —por lo menos por el momento— complicada e irresoluble. Con respecto a Corea del Norte, creo que van a seguir los picos de tensión y cada vez necesita dar una prueba más fuerte de su desarrollo en el sistema misilístico", indicó Michailoff.
A pesar de no apoyar el desarrollo de armas norcoreanas, China "no está dispuesto a abandonar" a Pyongyang, ya que eso supondría "un aumento de la influencia de EEUU en la región". Además, un enfrentamiento bélico podría desplazar en masa a refugiados desde Corea del Norte, un elemento que presentaría "un grave problema" para Pekín.
"La presencia norteamericana significaría un aumento de la influencia de Corea del Sur en la región y, por supuesto, de Japón, que es considerado por China como uno de sus grandes enemigos históricos, ya que fue ocupada por muchos años. Entonces de alguna forma todavía ve en Japón el enemigo militarista de fines del siglo XIX y principios del XX", precisó Michailoff.
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Una de las medidas que EEUU propone llevar adelante es tomar sanciones económicas más severas hacia el país juche, una estrategia que hasta el momento "no ha dado resultado". El ingreso de productos esenciales procedentes de China —como el petróleo— podría verse bloqueado.
"No puede llevarse a cabo una guerra comercial por el hecho de que las economías se vuelven más interconectadas de lo que parecen. Esto iniciaría una respuesta por parte de China y Rusia y creo que la administración de Trump tendría que hacer frente a los costos. El siguiente paso tendría que seguir siendo, de alguna forma, la disuasión", concluyó la analista.