El 29 de agosto, Stratfor, una conocida página dedicada a asuntos geopolíticos, publicó un artículo de Cameron Munter, exembajador de Estados Unidos en Serbia, acerca de la necesidad de fortalecer el papel del país norteamericano en la península balcánica y las posibles consecuencias del aumento de la influencia china en la región.
Un reciente artículo publicado en Político consideró que los Balcanes son para Pekín el corredor más importante de la Nueva Ruta de la Seda y que la actual estrategia del país asiático garantiza la influencia de China en la política europea.
Zoran Djordjevic, periodista y exasesor económico de la Embajada de Serbia en China, comentó con Sputnik la campaña antichina actualmente en curso.
"China a menudo recuerda que la mayoría de estas naciones son miembros de la Unión Europea y la cooperación con ellos implica un fortalecimiento de la cooperación con toda la UE", apuntó el periodista.
Para Djordjevic es "más que obvio" quién es el responsable de obstaculizar los procesos de adhesión de las naciones balcánicas a la UE. Y no es China, ni tampoco lo es Rusia.
"Las advertencias occidentales de que China obligará a los Balcanes a apartarse de la Unión Europea son solo un intento de justificarse por el comportamiento deshonesto de la UE en esta región", aseveró el experto.
Además, existe el temor de que las empresas europeas no resistan la competencia con las empresas chinas, las cuales, según Djordjevic, ofrecen servicios de igual calidad a precios mucho más bajos. Por esa razón, usan "a los fantasmas de China y Rusia" para meter miedo a esas naciones, dijo el experto.
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"A la UE no le gusta el fortalecimiento de la presencia de China en los Balcanes, ya que el mecanismo '16+1' es un duro golpe en su monopolio y dominación total en Europa del Este", prosiguió Djordjevic.
Cabe destacar que "nadie prohíbe a la Unión Europea conceder préstamos favorables y ejecutar proyectos de infraestructura en estos países". La UE, al parecer, simplemente no quiere invertir en los Balcanes y cuando lo hace, necesariamente impone duras condiciones políticas y económicas. China, por su parte, simplemente hace inversiones sin tantas exigencias como la UE, concluyó Djordjevic.