"Durante el encuentro bilateral con el presidente de Egipto fue abordada la situación en Birmania, y tanto el presidente Putin como el mandatario Al Sisi expresaron su profunda preocupación por lo que ocurre (…) y condenaron la violencia (…), en particular, en contra de los musulmanes", dijo el portavoz.
En la rueda de prensa los periodistas indagaron además sobre la respuesta de Moscú a las afirmaciones del presidente de Chechenia, Ramzán Kadírov, de que si Rusia se pone del lado de las autoridades birmanas, él se opondrá a esa línea política.
Según el portavoz, el Kremlin desconoce las declaraciones relacionadas con la escalada de la violencia en Birmania de Kadírov, pero está al tanto de fuerte la reacción de los musulmanes de todo el mundo a la situación en ese país.
Esta cifra incluye a unos 370 insurgentes, 13 agentes de seguridad, dos funcionarios y 14 civiles, según los medios internacionales.
Unas 87.000 personas, en su gran mayoría rohinyás, cruzaron de Birmania a Bangladés desde el 25 de agosto, según la estimación de trabajadores humanitarios de la ONU en el distrito bangladesí de Cox's Bazar.
Este número eleva a unas 150.000 el total de personas que huyeron de la nueva espiral de violencia en Rakáin a Bangladés desde octubre pasado.