"Queremos adherirnos a la UE, continúa siendo nuestra estrategia, nuestra elección", dijo Cavusoglu.
Contestando a las continuas acusaciones de violaciones de derechos humanos por parte de las autoridades europeas, el ministro recordó que en Francia tras los atentados también se impuso un estado de emergencia que se prolongó en reiteradas ocasiones.
Sin embargo, subrayó, la UE tacha de inaceptable un régimen semejante en Turquía.
Las relaciones entre la UE y Turquía empeoraron tras la intentona golpista que tuvo lugar en este país en julio de 2016.
Bruselas criticó la reacción de las autoridades turcas a estos sucesos, los arrestos masivos y otras medidas adoptadas por Ankara y suspendió los contactos para el ingreso de Turquía en la Unión Europea.
Sobre todo se agravaron las relaciones con Austria, que insiste en cesar las negociaciones sobre la admisión de Turquía en la UE, y con Alemania, que propone revisar la política económica para Ankara, especialmente los programas crediticios y de inversión, debido a los arrestos de activistas de derechos humanos turcos.