"El secretario Mattis también subrayó el compromiso de EEUU en ayudar a Japón a fortalecer su sistema balístico de defensa frente a las acciones amenazantes de Corea del Norte", indica el texto.
Pyongyang realizó el 29 de agosto el ensayo de un misil balístico, supuestamente un Hwasong-12 de alcance medio que se elevó a una altitud de casi 550 kilómetros y, tras sobrevolar la isla japonesa de Hokkaido, cayó en el mar a unos 1.180 kilómetros al este de la costa de Japón y a más de 2.700 kilómetros del lugar del lanzamiento.
El presidente de EEUU, Donald Trump, amenazó entonces con "fuego y furia" a Corea del Norte después de que militares norcoreanos desvelaran un plan de ataque preventivo que prevé el lanzamiento de cuatro misiles Hwasong-12 en dirección a la isla estadounidense de Guam.
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Más tarde, las dos partes bajaron el tono de su retórica: el líder norcoreano, Kim Jong-un, anunció que pospone el plan a la espera de que Washington dé pasos hacia la distensión en la península de Corea y Trump calificó de sabia su decisión.
Sin embargo, la semana pasada EEUU y Corea del Sur iniciaron las maniobras conjuntas Ulchi-Freedom Guardian, que según Pyongyang representarían un simulacro de un conflicto armado.
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En 2016, Corea del Norte realizó más de 20 ensayos de misiles balísticos, además de la cuarta y la quinta pruebas nucleares, pese a las prohibiciones del Consejo de Seguridad de la ONU.