El estudio, realizado por el Instituto Nacional de Salud y Bienestar de Finlandia, analizaba la cantidad de sal ingerida por 4.500 hombres y mujeres de entre 25 y 62 años a través de los exámenes de orina. El trabajo duró 12 años y culminó a finales de este agosto.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda ingerir menos de cinco gramos de sal al día, y agrega que el ser humano necesita físicamente solo dos gramos. Según el organismo, la mayoría de las personas consume entre un 80% y un 140% por encima de la ración diaria aconsejable. La OMS calculó que, en caso de que todo el planeta siguiera los consejos especificados con anterioridad, el número de muertes caería en 2,5 millones de personas al año.
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La sal de sobra entra en el organismo con la comida preparada, provocando edemas y enfermedades renales. La piel, tejidos subcutáneos, huesos, pulmones y músculos reciben cantidades de cloruro de sodio no necesarias, lo que provoca la disminución de otras sales minerales en el organismo. Esto deriva en diferentes enfermedades. El sodio obstruye la circulación en los vasos sanguíneos y causa hipertensión. En varios casos esto puede producir un infarto.