Para el economista Tony Boza, conductor del programa "Boza con Valdez" del canal estatal Venezolana de Televisión, "ha habido un problema de control por parte del Estado de la banca comercial que se ha prestado para las mafias, porque no se han intervenido las verdaderas cadenas de fluidificación de mercancía".
"Se está secuestrando el efectivo por parte de unas mafias, para el uso en las fronteras, y el asunto tiene que ver con que ha habido un error, una equivocación, en la forma como se ha abordado el problema del efectivo", añadió.
El 16 de enero de 2017 entró en vigencia un nuevo grupo de billetes de mayor denominación, que pasaría a sustituir progresivamente a los que estaban en ese momento en circulación.
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Pero después de ocho meses, los billetes del antiguo grupo monetario continúan circulando y los nuevos se observan tímidamente.
En noviembre del año pasado escaseó el efectivo por primera vez, y desde entonces se ha hecho habitual la imposibilidad de cobrar un cheque por falta de efectivo o de hacer retiros de los bancos de Caracas a través de cajeros automáticos.
Durante tres viernes consecutivos, Sputnik hizo un recorrido por más de 10 entidades financieras del este y suroeste de la capital venezolana y comprobó que ninguno de los bancos, estatales o privados, disponían de efectivo.
"Se había pensado que con hacer el cambio del cono monetario se iba a resolver la situación de efectivo en la calle para las transacciones menudas y no es así, porque sigue existiendo en la frontera un estímulo para la extracción de bienes producidos en el país", explicó Boza.
En cambio, el economista y analista financiero de la firma Econométrica, Henkel García, desestimó que este fenómeno se deba al dinero que se fuga por las fronteras.
"El problema que empezamos a ver a partir de noviembre y diciembre del año pasado, y que estamos viendo en la actualidad, es que esa proporción que hay en monedas y billetes frente a la masa monetaria total está por debajo del 10 por ciento, está en alrededor de 7,7 por ciento en la actualidad", explicó García.
En Venezuela el papel moneda que más se encuentra en las calles es el de 100 bolívares, cuyo valor actual en el mercado paralelo equivale a seis milésimas de dólar, mientras que en el mercado oficial más alto se cotiza a una centésima parte de la divisa estadounidense.
De hecho, el dólar cuesta 16.000 bolívares en el mercado paralelo.
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Actualmente, para pagar un tique de estacionamiento en Caracas se necesitan en promedio unos 20 billetes de 100 bolívares.
"Cada vez la gente gana más, todo cuesta más, y el Banco Central de Venezuela no ha emitido billetes en la cantidad necesaria, ese es todo el problema", aseguró García.
Posibles soluciones
La expansión de las formas digitales de pago también ayudaría a reducir ilícitos financieros, porque es muy sencillo identificar a quien hace y a quien recibe la transacción, observó.
"Además, se agilizan los pagos; no puede ser que alguien en este país no pueda tomar un taxi porque no tiene efectivo para poder pagarlo o para comprar una botella de agua", acotó.
García estimó que la solución pasa por imprimir "al menos 400 millones de billetes" del nuevo cono monetario.
"No entiendo por qué no se ha hecho, cuando el Banco Central sabe que el índice de efectivo en la banca es importantísimo", manifestó.
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Según el presidente Nicolás Maduro, las mafias desde el exterior se llevaron el papel moneda de Venezuela con el objetivo de generar caos y derrocarlo.
El mandatario incluso afirmó que esos billetes estarían almacenados en depósitos en diferentes países de Europa y Asia.