Durante las pruebas, el misil antiaéreo SM-6, que fue lanzado desde el destructor USS John Paul Jones, interceptó con éxito un misil balístico de alcance medio.
Las pruebas se llevaron a cabo un día después de que Corea del Norte realizara el ensayo de un misil balístico, presuntamente un Hwasong-12 de alcance medio que se elevó a una altitud de casi 550 kilómetros y, tras sobrevolar la isla japonesa de Hokkaido, cayó en el mar a unos 1.180 kilómetros al este de la costa de Japón y a más de 2.700 kilómetros del lugar de lanzamiento.
Fue la decimotercera prueba en lo que va de año, incluyendo el lanzamiento de dos supuestos misiles intercontinentales capaces de alcanzar el territorio de EEUU, y la segunda después de un cruce de amenazas que tuvo lugar entre Washington y Pyongyang a mediados de agosto.
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