Situada en la ciudad de Ratomka, a las afueras de la capital bielorrusa de Minsk, la casa luce un diseño de lo más 'vanguardista': tejados negros y puntiagudos, fachadas oscuras de jade y lo más escalofriante de todo: esculturas metálicas de demonios y otras criaturas del abismo custodiando el edificio por sus cuatro costados en posturas poco halagüeñas y muy sugerentes.

A las demoníacas figuras les acompañan cientos de cráneos negros decorando parte de la fachada y huesudas manos del averno surgiendo de los muros de piedra que rodean el lugar. Los vecinos lo tienen claro: la casa da verdadero miedo y no se atreven a pasar por delante, especialmente cuando van con niños.

La casa se ha llegado a convertir en una especie de atracción turística para los vecinos.

Como no existe ninguna ley que prohíba decorar una propiedad de estas características de una determinada forma, los vecinos no pueden hacer mucho.










Todo apunta a que el propietario de la casa quería conseguir algo fuera de lo común. Quizás se haya pasado un poquito. ¿No creen?