"Renan puede tener todos los defectos, pero Renan me ayudó a gobernar este país; yo soy de la opinión de que todo el mundo es inocente hasta que se pruebe lo contrario", dijo en una entrevista a la radio Universitaria de Pernambuco, y añadió: "Lo que quiero para mí lo tengo que querer para los otros también".
Calheiros es un líder histórico del PMDB, partido que durante meses el Partido de los Trabajadores (PT) de Lula calificó de "golpista" por haber forzado la destitución de la expresidenta Dilma Rousseff (2011-2016).
La imagen de Lula abrazando a uno de los hombres fuertes del PMDB no gustó a los movimientos sociales de izquierda, a pesar de que en los últimos meses Calheiros destacó por su oposición a algunas medidas de Temer de corte neoliberal, como la reforma laboral y del sistema de pensiones.
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Lula quiso minimizar la preocupación de las bases del partido y los movimientos sociales respecto a eventuales alianzas de cara a las elecciones de 2018.
"Cuando un partido como el PT busca esas alianzas es cuando ve con claridad que solo no gana las elecciones, y si las gana no puede gobernar si no tiene mayoría en el Congreso", dijo el expresidente.
En su opinión la "hipótesis más soñadora" es que los movimientos de izquierda tuvieran votos suficientes para que esas alianzas no fueran necesarias, pero recalcó que esa no es la realidad del Brasil de hoy.
El PSB también votó mayoritariamente a favor de apartar a Rousseff el año pasado, pero este viernes Lula argumentó que no mezcla su relación política con su relación personal: "Amistad es una cosa, política es otra", afirmó.
Lula empezó el pasado 17 de agosto una caravana de 20 días por 15 ciudades y nueve estados del noreste de Brasil, para defender el legado de sus años de Gobierno y "escuchar" las necesidades del pueblo.
El viaje es una especie de calentamiento de cara a las elecciones generales de 2018, a las que el expresidente pretende presentarse a pesar de sus dificultades con la Justicia.
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Lula fue condenado a nueve años y medio de cárcel por un presunto delito de corrupción pasiva, pero que su candidatura política sea viable dependerá de si es condenado o no en segunda instancia.