"El gradual fortalecimiento de la actividad económica a nivel global y un nivel más depreciado en términos reales de la moneda nacional [el peso mexicano] contribuyeron a que las exportaciones manufactureras de México continuaran recuperándose", dijo en el informe trimestral el organismo autónomo del Estado mexicano.
Como proporción del Producto Interno Bruto (PIB), el resultado es más notable: el déficit de la cuenta corriente en el segundo trimestre de 2017 fue de apenas 0,1% del PIB, mientras que en el mismo lapso del año pasado 2016 era de 2,1%, lo que constituye una reducción de casi 95%, según las cifras oficiales.
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En total, en el primer semestre de 2017, el déficit en divisas de la economía mexicana se ubicó en 8.719 millones de dólares, mientras que los primeros seis meses del año pasado fue de 14.128 millones de dólares.
Manufacturas, remesas y turismo
La disminución a tasa anual del saldo de la cuenta corriente se explica por el desempeño en varios rubros: una reducción en el déficit de la balanza comercial de mercancías (manufacturas, sobre todo automóviles), la entrada de remesas de los trabajadores en EEUU y el turismo, según el informe de Banxico.
El saldo positivo también se explica por un aumento en el saldo de la balanza de productos no petroleros, sobre todo manufacturas, que pasó de ser deficitaria en el segundo trimestre de 2016, a un superávit en el periodo abril-junio de 2017, el tercero consecutivo desde el último trimestre del año pasado.
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En contraste, las exportaciones petroleras solo trajeron a México 10.577 millones de dólares, de los cuales 8.240 fueron por las alicaídas ventas de crudo al exterior, sobre todo a EEUU.