El Ayuntamiento convocó un acto interreligioso celebrado en la sala Marqués de Comillas del Museo Marítim, cerca de La Rambla.
"Estamos aquí con la cabeza bien alta para decir que no tenemos miedo", aseguró la alcaldesa, Ada Colau.
El acto fue "plural, respetuoso e inclusivo, que es como es la misma Barcelona y responde al perfil de las víctimas que eran de países y creencias diversas, eran vecinos, vinieran de donde vinieran".
El momento emocionante se produjo cuando Javier Martínez, padre de Xavi, el niño de tres años que murió junto a su tío abuelo en el atentado de La Rambla, abrazó al imán de Rubí.
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"Necesito abrazar a un musulmán", dijo el padre del pequeño, abrazando al imán Dris Salym ante la puerta del Ayuntamiento, donde el clérigo islámico acabó llorando en brazos del hombre.