Sin embargo, el anuncio acerca del innovador aparato desapareció después de que un periodista señalara las posibles implicaciones militares de la invención, la cual podría ser utilizada para ayudar al gigante asiático a bloquear el mar de China Meridional, informó The New Scientist.
"Me sorprendió la remoción [del artículo] (…) He estado cubriendo la ciencia china desde hace muchos años. Eso es raro", afirmó Stephen Chen, periodista del South China Morning Post que planteó el tema, citado por The New Scientist.
Los dispositivos actuales, sin embargo, solo pueden detectar un sumergible ubicado a una distancia relativamente pequeña, por lo que tienden a ser utilizados solamente para especificar la localización de una embarcación una vez que ya ha sido detectada por un sonar.
Una manera de ampliar el campo de detección de un magnetómetro es a través de dispositivos superconductores de interferencia cuántica (SQUID, por sus siglas en inglés). La tecnología de los SQUID es muy prometedora, pero hasta ahora solo había sido aplicada en condiciones de laboratorio, ya que en ambientes reales esos dispositivos son fácilmente afectados por hasta los menores ruidos de fondo.
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El invento del equipo de científicos del Instituto de Microsistemas y Tecnología de la Información de Shanghái, sin embargo, utiliza no solo un SQUID, sino varios al mismo tiempo. De esa manera, sería posible comparar los datos obtenidos por ellos y excluir lecturas equivocadas.
De acuerdo con las estimaciones de los científicos, un magnetómetro SQUID de este tipo podría ser capaz de detectar a un submarino a varios kilómetros de distancia, en vez de los pocos metros actuales.
"Esto sería catastrófico para los submarinos de la OTAN, que han sido perfeccionados para funcionar de manera cada vez más furtiva, utilizando tecnologías inteligentes para evitar ser escuchados o detectados por sonares. Su rastro magnético, sin embargo, es mucho más difícil de eliminar", escribió David Hambling, autor del artículo.
Sin embargo, muchos miembros de la comunidad científica no creen que China posea un dispositivo de esos listo para ser usado. De acuerdo con Cathy Foley, de la agencia de investigación del Gobierno australiano (CSIRO, por sus siglas en inglés), hay varias dificultades para convertir un SQUID en una máquina para 'cazar' submarinos. No obstante, la experta reconoció que el nivel de progreso ya alcanzado por China puede, de hecho, hacer que el país asiático sea el primero en lograr dicha iniciativa.