La extensión costará 6.500 millones de euros, según el informe presentado por el Ministerio de Transporte, Innovación y Tecnología de Austria y citada por el medio ORF.
"Austria es el lugar lógico para la finalización del Ferrocarril Transiberiano, así el tren tendrá acceso a la red ferroviaria europea, el transporte marítimo y el aeropuerto de Viena", dijo el ministro de Transporte austriaco Jörg Leichtfried durante la presentación.
Al mismo tiempo, las sanciones de la Unión Europea contra Rusia no podrán impedir la ejecución de este proyecto, ya que la UE aboga por la extensión del ferrocarril.
El proyecto involucra a empresas de cuatro países: Austria, Eslovaquia, Ucrania y Rusia. Como señaló el representante comercial ruso en Austria, Alexandr Potiomkin, este tramo debería convertirse en una parte importante de la Gran Ruta de Seda.