"Despenalizar la interrupción del embarazo por estas tres causales es una base de protección y dignidad para cada una de nuestras compatriotas. Lo que ha ganado hoy es la tolerancia y la humanización de nuestras leyes", dijo la presidenta Bachelet desde el Palacio de La Moneda.
Esto posicionó a Chile en el pequeño grupo de países que castigan penalmente el aborto en cualquier circunstancia, junto a países como El Salvador, Nicaragua, Malta o El Vaticano.
En enero de 2015 la presidenta Bachelet envió al Congreso el proyecto de ley que despenaliza el aborto en tres causales: peligro de vida para la mujer, inviabilidad fetal de carácter letal y embarazo por violación, y prometió que la iniciativa se promulgaría durante su Gobierno.
Sin embargo, en el Congreso el debate se prolongó durante dos años y medio, siendo revisado por las distintas comisiones del Senado y de la Cámara, dilatando su tramitación.
El primero de agosto esta comisión, integrada por senadores y diputados, aprobaron el proyecto y este salió del Congreso, pero un grupo de parlamentarios de la oposición interpusieron un recurso ante el Tribunal Constitucional argumentando que esta iniciativa atentaba contra el derecho a la vida establecido en la Carta Magna, mandando al proyecto a una cuarta instancia.
Finalmente, después de escuchar en audiencias públicas a 135 organizaciones ciudadanas, a los abogados del Gobierno y a los de los parlamentarios recurrentes, el 21 de agosto, seis de los diez jueces del TC votaron a favor del proyecto, quedando listo para convertirse en ley.
Una de las primeras en celebrar la aprobación del proyecto fue la propia presidenta Bachelet, quien se manifestó a través de su cuenta personal de Twitter.
"¡Día histórico para las mujeres de Chile! Con la aprobación de las tres causales, avanzamos en un derecho básico para nuestra dignidad", escribió la mandataria.
¡Día histórico para las mujeres de Chile! Con la aprobación de las #3causales, avanzamos en un derecho básico para nuestra dignidad.
— Michelle Bachelet (@mbachelet) 21 de agosto de 2017
Desde la organización Amnistía Internacional también valoraron la decisión chilena.
"Chile ha dado por fin un paso que lo acerca más a la protección de los derechos humanos de las mujeres y niñas", dijo la directora para las Américas de Amnistía Internacional, Erika Guevara-Rosas, a través del sitio web de la institución.
En el Congreso, la mayoría de los diputados oficialistas celebraron el fallo final del Tribunal Constitucional.
"La aprobación del proyecto es un gran reconocimiento al trabajo de la presidenta Bachelet, que ha sabido interpretar lo doloroso que es para muchas mujeres que viven una situación de las que están descritas en estas tres causales", dijo la diputada Clemira Pacheco (izquierda) a Sputnik.
"Valoramos la sentencia del Tribunal Constitucional. Es una decisión histórica que permite saldar en parte, la deuda que Chile mantiene con las mujeres, a quienes se les ha negado por más de 30 años su derecho a decidir", afirmó Maturana a Sputnik.
Con todos los procesos aprobados, los chilenos solo están a la espera de que la presidenta Bachelet promulgue el proyecto, transformándolo en ley de la República.