Una de las principales ventajas de los vehículos eléctricos es el poco ruido que hacen. El consorcio ruso aprovechó esta característica para ofrecer un modelo de motos eléctricas para las unidades especiales.
La moto es silenciosa, cruza sin despeinarse terrenos rocosos y está destinada para misiones de búsqueda, de reconocimiento y de asalto rápido.
La velocidad máxima del vehículo está limitada a 80 kilómetros por hora. En una recarga la moto puede viajar hasta 100 kilómetros.
El vicedirector de la empresa, Vladímir Dmitriev, confirmó que el proyecto comparte su tecnología con la recién presentada moto policial que será puesta a prueba por los agentes de la capital rusa:
"Si hablamos de su posible uso [de la moto policial] como vehículo para las fuerzas especiales, el sigilo se convierte en una prioridad. Por eso sobre la misma base desarrollamos un producto específico para otro tipo de clientes".
Además, el consorcio está dispuesto a modificar la moto según las necesidades del consumidor, por ejemplo, sustituyendo el faro tradicional por uno infrarrojo, de modo que solo se pueda percibir la luz con gafas de visión nocturna.
Las motos policiales se revelaron el 15 de agosto y se espera que se empiecen a probar de forma masiva a partir de finales de mes.
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