"Probablemente, este tipo es el mejor especialista en inteligencia de Rusia de todo el Gobierno de EEUU. Él sabe más que nadie de lo que está sucediendo allí", cita a un compañero de trabajo de Otto el diario estadounidense Foreign Policy.
No obstante, el 'superespía' utilizó para la correspondencia de trabajo un correo personal no protegido en Gmail, que fue hackeado el mes pasado, observa el columnista de Sputnik.
Según el periodista, Otto estaba especialmente interesado en todo lo relacionado con el llamado caso Magnitski y la Ley Magnitski.
El jurista ruso Serguéi Magnitski, asesor del fondo de inversión británico Hermitage Capital, fue detenido en noviembre de 2008 y acusado de haber diseñado una trama de evasión fiscal que le costó al Estado ruso más de 500 millones de rublos —unos 8,5 millones de dólares al cambio actual—. El 16 de noviembre de 2009, el jurista falleció por insuficiencia cardíaca en una prisión de Moscú donde se encontraba de manera preventiva a la espera de juicio.
En gran parte debido a los esfuerzos de cabildeo de Browder en EEUU se aprobó la Ley Magnitski, las primeras sanciones estadounidenses contra Rusia en la historia moderna.
Los críticos de Browder han señalado en repetidas ocasiones que no proporcionó ninguna evidencia concreta a la hora de acusar a las autoridades rusas de la muerte del jurista. Además, Browder fue acusado de especular sobre la muerte de Magnitski debido a un interés personal, puesto que él mismo podía utilizar los esquemas fraudulentos de los que culpaba a otros.
Otto admite que los detalles de la historia de Magnitski (en particular, sus contactos con las autoridades fiscales rusas) son "solo una especulación", y teme que todos seamos "parte de la máquina de relaciones públicas de Browder".
Otto termina su carta con una extraordinaria elegancia: "Aquí, simplemente voy a citar las palabras de la película 'El hombre que mató a Liberty Valance ': cuando una leyenda se convierte en hecho, imprime la leyenda (la cita original comienza con las palabras 'Esto es Occidente, señor')", escribió el espía a Williams.
De esta manera, Otto admite abiertamente que la Ley Magnitski y las sanciones contra Rusia se adoptaron sobre la base de una leyenda compuesta por Browder. En respuesta, Williams escribe que Otto "probablemente tiene razón acerca de la máquina de relaciones públicas de Browder".