"Si es condenado por estos delitos la condena de Bendine puede llegar a 25 años de cárcel", dijo el procurador Athayde Ribeiro Costa, según informa el diario O Globo.
Para Costa y el resto de investigadores de la Lava Jato el agravante de la conducta de Bendine es que llegó a la empresa precisamente para acabar con la corrupción, lo que muestra la "audacia en la práctica de la criminalidad".
Bendine fue presidente del Banco de Brasil entre 2009 y 2015, año en el que ingresó a Petrobras, donde permanecería hasta mayo de 2016.
Fue nombrado para el cargo por la expresidenta Dilma Rousseff (2011-2016) para resolver los escándalos de corrupción y los problemas en la empresa generados durante la gestión de su antecesora, Graça Foster, que estaba al mando de Petrobras en 2014, cuando empezaron las investigaciones de la Lava Jato.
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A pesar de que en el periodo en que ocurrieron los hechos Bendine era muy próximo a la expresidenta, al presentar la denuncia los procuradores aseguraron que no hay evidencias de la participación de la líder izquierdista en los delitos en los que el exdirectivo fue denunciado.