Los intentos de EEUU por debilitar los lazos entre Europa y Rusia se remontan a varias décadas atrás: ya el presidente norteamericano Ronald Reagan buscó impedir la construcción de un gasoducto soviético a Europa, recordó a Sputnik Nicolas Meilhan, consultor en materia de energía y logística.
"Hace algunos años a Washington le salía más rentable suministrar el gas [natural licuado] a Asia, donde los precios eran más altos tras la suspensión de las centrales nucleares niponas [causada por la avería en la central de Fukushima en 2011]. Hoy en día los precios asiáticos y europeos se han igualado, así que es más ventajoso suministrar a Europa. El transporte cuesta menos".
De hecho, una parte de los suministros norteamericanos reemplazará la extracción propia de EEUU, que está en declive. Es decir, no osará, encima, ocuparse de la cuota rusa, opina el experto.
Lea más: "Las sanciones de EEUU pueden afectar los precios del gas en la UE"
"Rusia seguirá siendo el mayor proveedor de hidrocarburos en Europa en el futuro próximo", concluye Meilhan.
Finalmente, el experto destaca la hipocresía detrás de las compras del gas estadounidense:
"Los europeos creen que al comprar el gas estadounidense, diversifican sus proveedores y protegen el medioambiente. En realidad, los políticos [galos] que prohíben la extracción en Francia deberán negociar con su conciencia: que otra gente arruine su medioambiente, para nosotros, todo está bien".