"Los medios occidentales retornarán otra vez al lloriqueo habitual y publicarán: 'Rusia empuña de nuevo las armas'. Pero esta reacción siempre es la misma, ya sea por un desfile militar en la Plaza Roja, por unas maniobras en las estepas de Oremburgo o en el mar Báltico, o por el lanzamiento de los misiles Kalibr desde nuestro submarino en el mar de Barents. [Sea cual sea el caso] La prensa occidental se queja y lloriquea", manifestó el analista.
"En realidad, simplemente ponemos a prueba nuestras armas, analizamos su efectividad y sus características. Con esto no perseguimos ninguna otra meta", agregó.
Baranets dijo que este tipo de simulacros es una práctica habitual y agregó que el último ensayo militar sirvió para determinar todas las características del arma.
Además, Baranets recordó que los proyectiles Kalibr habían sido lanzados contra las posiciones terroristas en Siria, cuando el sumergible diésel Rostov del Don realizaba una misión militar en el Mediterráneo.
"Como consecuencia, podemos concluir que (…) los misiles Kalibr pueden ser lanzados tanto desde submarinos nucleares como desde los diésel. Cabe señalar que esta espléndida arma es capaz de atacar blancos terrestres a una distancia de 2.500 kilómetros", declaró.
Baranets enfatizó que, en el marco de las recientes pruebas, el proyectil voló cerca de 600 kilómetros y golpeó de lleno en el blanco.
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