"La tesis que estamos manejando en estos momentos es que estos atentados se estaban preparando desde hace algún tiempo alrededor del domicilio de Alcanar (Tarragona) por parte de un grupo de personas de las cuales algunas ya fueron identificadas", dijo el representante policial en rueda de prensa.
Unas horas después, la policía informó de la muerte de cinco terroristas que habían intentado atropellar y atacar con armas blancas a viandantes en el paseo marítimo de Cambrils, dejando al menos una víctima mortal y cinco heridos.
Según explicó Trapero, estos hechos tienen relación con otro suceso registrado en la localidad tarraconense de Alcanar, donde en la jornada del jueves se registró una explosión que dejó otro fallecido.
Vídeo: Interior de Cataluña informa de una nueva detención en relación con el atentado de Barcelona
Las autoridades catalanas también incluyen en su línea de investigación el hallazgo de una furgoneta abandonada en Vic (Barcelona).
"Vinculamos todos los escenarios: atentado en La Rambla, el de Cambrils, explosión en Alcanar y furgoneta abandonada", dijo Trapero.
La hipótesis que manejan los Mossos d"Esqueadra es que todos estos sucesos están vinculados con una célula se organizaba desde el domicilio de Alcanar, donde los presuntos yihadistas guardaban un gran número de bombonas de butano, material que podría haber sido usado con fines terroristas.
Trapero detalló que este presunto grupo coordinado llevaba tiempo planeando ataques sobre la ciudad de Barcelona, algunos de ellos con mayor potencial destructivo que el efectuado este jueves.
Por el momento, un total de cuatro personas fueron detenidas en el marco de esta investigación.
Los detenidos son tres jóvenes de nacionalidad marroquí y un español nacido en Melilla, enclave español del norte de África.
Lea también: Expertos pronostican el regreso a Europa de hasta 3.000 yihadistas
Una de las detenciones se produjo en Alcanar mientras que las otras tres se realizaron en Ripoll, en la provincia de Girona.
En su comparecencia, Trapero informó de que, al menos por el momento, las autoridades no disponen de indicios que apunten a que el conductor abatido el 17 de agosto en Barcelona tras atropellar a agentes de un control policial tenga relación con la presunta célula yihadista.