"Las partes examinaron las posibles áreas de cooperación en las Kuriles y quedaron en presentar los resultados de su trabajo a los líderes de los dos países", señala el comunicado.
En febrero de 2017 el ministro de Exteriores japonés, Fumio Kishida, enumeró las áreas más promisorias de la cooperación en las Kuriles del Sur, que son la pesca, el turismo, la salud y la protección medioambiental.
Tokio está convencido de que la actividad económica conjunta en las Kuriles será el primer paso para firmar un tratado de paz entre Rusia y Japón, el mayor escollo en las relaciones bilaterales.
Moscú, a su vez, señala que estos territorios fueron traspasados a la Unión Soviética después de la Segunda Guerra Mundial en virtud de acuerdos internacionales y que Rusia asumió la soberanía de dichos territorios como sucesora legal de la URSS.