"Es imparable", dijo al ser preguntada por el futuro de la operación anticorrupción en un evento organizado por la radio Jovem Pan en São Paulo (sur).
El magistrado del Supremo Gilmar Mendes dijo recientemente que está dispuesto a revisar su postura de 2016 (cuando votó a favor de que las condenas se cumplan cuanto antes) y dado que la decisión de los magistrados fue muy ajustada (seis votos sobre cinco) su eventual cambio de postura podría modificar de nuevo las normas.
Estos cambios, afectarían, por ejemplo, al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011), que fue condenado por Moro a nueve años y medio de cárcel por un delito de corrupción pasiva.
Sin embargo, si se modifica la legislación como parece indicar el Supremo Lula y los otros condenados en su situación podrían agotar todas las vías legales en libertad.
Moro criticó que esto, en la práctica, significa "impunidad" pero en su conferencia la presidenta del Supremo le tranquilizó asegurando que no hay ningún cambio previsto en este sentido en la agenda.